Bien mirados, todos nos ocultamos,
completamente desnudos,
en los vestidos que usamos. Heinrich Heine
Compartimos hoy un fragmento del capítulo 3 de Diálogos con Bruma
Debilidades y Fortalezas
-Mi princesa peluda, estás muy quieta
esta mañana, como es habitual en ti, te has puesto a observar a través de los
cristales, y esa es una de tus fortalezas, la que te permite adelantarte a los
hechos. Admiro tu capacidad para cuidarnos, verdaderamente estás siempre
pendiente de lo que nos puede ocurrir, pequeña guardiana. Es verdad que tanta
manía de cuidarme, a veces me cansa, no me dejas ni ir al aseo sin tu compañía,
esa es tu área de mejora.
-Hmmm…-parece que te ha molestado mi
queja, lo siento Bruma, es que debemos asumir lo que no nos agrada para
cambiarlo.
Es en el marco del autoconocimiento,
donde nos hacemos conscientes de nuestras características propias,
individuales, únicas.
Comprendemos
que dentro de nuestras características por carácter y personalidad, poseemos
ciertas áreas de oportunidad o de mejora, en ellas sólo podremos trabajar si
las conocemos y reconocemos como nuestras.
El avestruz esconde su cabeza en la
tierra para no enterarse de lo que ocurre, por ejemplo, que está en peligro. De
esta manera es imposible que gestione los cambios necesarios para superar dicho
peligro, pues bien a nosotros, los seres humanos, nos ocurre lo mismo que al
avestruz, si escondemos la cabeza dejamos el cuerpo expuesto al peligro, dicho
de otra manera:- o espabilamos, reconocemos nuestras características y
lideramos nuestro accionar o …nos pilla el toro…
También poseemos fortalezas que muchas
veces no nos “creemos”, sólo a través de la mirada ajena, de la aprobación
exterior muchas personas aceptan que poseen ciertos talentos. El talento conocido es el que se puede
ejercitar para obtener resultados extraordinarios.
-Estuve
esta mañana analizando los resultados de unas pruebas que hemos aplicado en cierta compañía y
especialmente en un equipo que no se integra bien. Está conformado por Pepa,
Juan y Paco. Lo que nos ha quedado claro es que es muy difícil esta
integración, impensable organizar un equipo de alto rendimiento con estas
distonías. Es como pretender que tú que
eres una polvorilla siempre inquieta formes equipo con un indolente, pesado y
poco sociable que no te lleve a pasear, mucho menos le interese jugar contigo
tironeando los juguetes o se agote con sólo pensar en hacer carrerillas por el
campo.-Suena insoportable para ti su pesadez Bruma y para él es insufrible tu
dinamismo- Imagínate eso mismo en un grupo de personas que deben cumplir
objetivos a diario….